martes, 8 de noviembre de 2011

TREZE


Después de tiempo pensando en ir a este restaurante, al fin nos decidimos a ir cuando vimos la oferta del 40% a través del tenedor. Y si duda, puedo decir que es una de las más gratas sorpresas que me he llevado este año.


En esta ocasión, nos falló Alfredo, así que no pudimos probar tantos platos como solemos hacer. Comentar que la velada tuvo lugar como siempre los martes, hecho que nos hace dudar si era normal que estuviésemos solos en el restaurante. Ya que sería una verdadera pena que este restaurante cerrase por no haberse podido a dar a conocer lo suficiente. Desde mi punto de vista, el trato recibido, como la calidad de la materia prima y elaboración de los platos fue exquisito.

Ya entrando en matería, nuestras cenas siempre se hacen compratiendo todo al centro y consistió en lo siguiente:

  • Apertivo: Batoncitos de curry y Crema de puerros.
Fue lo que menos destacó de la cena, aunque si hay que decir que la yuca no estaba nada grasienta y la crema de puerros con el toque de las huevas le daba un sabor más que diferente.




  • Lomos de anchoas del cantábrico sobre tomate aliñado:
Como en mi caso pasa con las croquetas o los rissotos, cada vez que en la carta hay este plato, Chule nos agradece si lo pedimos. En este casa decir, que el acierto no pudo ser más rotundo. El nivel de estas anchoas está muy por encima de la media en Madrid. Es justo este tipo de productos el que muchas veces te ayuda a conocer con facilidad si la materia prima con la que trabaja un restaurante es buena o no.


  • Croquetas de Bacalao Ajoarriero:
Espectaculares. Una manera de comer croquetas de bacalao algo diferentes, ya que el toque de patata y ajo que ternían las hacían ser nada pesadas y muy suaves. La bechamel y el rebozado de los mejores que recuerdo.


  • Tartar de atún, aguacate y tomate aliñado:
Al igual que con las anchoas, Chule es fan de este plato, y aunque en unos inicios yo era un poco reacio a este plato, tiene narices que tenga que reconocer que se ha convertido en uno de mis favoritos. Desde mi punto de vista está a la altura de los mejores de Madrid. No teniendo nada que envidiar a los que te pueden presentar en los mejores sitios donde lo había probado. Por ejemplo, en los mejores japos de Madrid (Kabuki o 99Sushiobar), o en el Abrazo de Vergara entre otros.


  • Lomo de buey fileteado, patata revolcona y pimiento:
Calidad altísima de la carne y perfecta elaboración. El único problema, y no del restaurante, es que tengamos entre nosotros a nuestro querido amigo Emilio que no le gusta la carne poco hecha y hace que al tener que pedirla al punto y no pudiésemos apreciarla como se merecía. Emi, aun así, te queremos!! Je je. Por cierto, buenísimo el pastel de patata que acompañaba a la carne.


  • Hamburguesa de ciervo romescu y crujiente de parmesano:
Calidad buena de la carne, sin llegar al nivel de la de buey, y en este caso no importaba tanto que hubiese que hacer más la carne. La salsa romescu, mi preferida, unido al crujiente de queso hacían muy buena mezcla con la carne.  


  • Postres: Coulant de chocolate y tarta de queso
En este caso, tuvimos una de cal y una de arena. El coulant de chocolate (plato obligado a petición de Emilio) con cremoso de café estaba realmente bueno, no así la tarta de queso (equivocación nuestra al ser de queso fresco por lo que tenia poco sabor) en la que desde nuestro punto de vista no se acertó con la salsa de frambuesa. Demasiado fuerte para nuestro gusto.



Y como no, agradecer al cocinero y dueño del restaurante que saliera a preguntarnos que nos había parecido todo.

Por tanto, recomendar este restaurante con una muy buena relación calidad/precio. Entorno a 35-40€ (en nuestro caso fueron unos 25€ por el descuento en carta por el tenedor) siempre y cuando uno no se caliente con el vino.

Un abrazo.

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